Oremos por...

Giovanni Benítez
Coordinador G. Creativo

Incluso unos Pocos
Tomado del libro Diariamente en Cristo

Así que Jonatán le dijo a su escudero:

—Vamos a cruzar hacia la guarnición de esos paganos. Espero que el SEÑOR nos ayude, pues para él no es difícil salvarnos, ya sea con muchos o con pocos.

1ª  Samuel 14: 6

En general, cuando Dios tiene el propósito de bendecir una iglesia, comienza de esta forma: dos o tres personas en ella están preocupadas por la situación actual y hasta se angustian por ello. Quizá no se comunican entre ellos  ni conocen de su dolor común, pero comienzan a orar con un deseo ferviente y una insistencia incansable. Los motiva la pasión por ver un avivamiento en la iglesia. Piensan en esto cuando se van a dormir, sueñan con eso, meditan en esto cuando van caminando por la calle. Esa sola los consume. Se preocupan y se angustian por las almas  que se están perdiendo, sufren dolores de parto por las almas. Cuando sale el sol, las cimas de las montañas son las primeras en recibir su luz, y aquellos que viven siempre cerca de Dios serán los primeros en sentir la influencia de la frescura que vendrá. Si el Señor me diera una docena de hombres de oración, perseverantes, apasionados por las almas, por su gracia sacudiríamos Londres de punta a cabo. El trabajo continuaría sin la mayoría de ustedes, cristianos, quizá algunos solo estorban la marcha del ejercicio. Pero denme doce hombres que sean como el león y como el cordero, que sientan un ferviente amor por Cristo y por las almas, y nada será imposible para su fe.

Una Oración

Señor,  consume nuestra alma por el deseo ferviente

de salvar almas, y que lo que esté impidiendo la marcha del ejercicio, lo quites.

Sus peticiones:

Definición Laboral