martes, 2 de octubre de 2012

Oremos por...

Paola Barreto
Coordinadora G.Pablo
Por medio del Espíritu
Tomado del libro A los Pies del Maestro



Así que el ángel me dijo:
«Ésta es la palabra del Señor para Zorobabel
“No será por la fuerza
 ni por ningún poder,
sino por mi Espíritu
    —dice el Señor *Todopoderoso—.

Zacarías 4: 6



Existe un poder sutil y secreto, un poder espiritual, por medio del cual, en el mundo espiritual, un hombre se transforma en un príncipe para reinar con Dios y compartir con él su poder; y al aprender a prevalecer ante Dios por los hombres, adquiere el arte de prevalecer en llevar a los hombres a Dios. Primero es un luchador solo al lado del río Jacob y luego se convierte en un luchador en medio de una multitud de pecadores, conquistándolos para Cristo, llevándolo cautivos en el nombre del Altísimo. El poder de la oración es el mayor poder que existe. La comunión con Dios es poder, y la santidad, por encima de todas las cosas, es un gran poder entre los hijos de los hombres.
Este poder espiritual hace a un hombre influyente en un sentido muy diferente al que el hombre usa la palabra influyente, un pobre uso de la palabra. Queremos hombres que sean influyentes en el sentido espiritual, hombres que, de uno u otro modo, impacten a sus semejantes. En su presencia los hombres no pueden hacer lo que suelen hacer de modo habitual en otras partes. Cuando tales hombres están en cualquier compañía, refrenan el pecado sin decir una palabra; incitan la justicia sin apenas decir una frase. Triunfan no por la fuerza ni por ningún poder, sino por el Espíritu del Señor que habita en ellos.



Sus peticiones:
  • Proyecto Córdoba

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